Gramáticas del Erotismo: Hélène Cixous – La escritura del cuerpo
- Luis Blanco
- 27 mar
- 2 Min. de lectura
El lenguaje de la piel, el gozo de la palabra
Hélène Cixous no escribe sobre el cuerpo — escribe con el cuerpo.
E invita: que las mujeres escriban con los senos, con el vientre, con el clítoris.
Que el lenguaje no sea una prisión masculina,
sino un trayecto donde el cuerpo fluye, goza, vibra, desafía.

La escritura, para Cixous, es erótica cuando sale de los márgenes del discurso racional
y se sumerge en las profundidades del sentir.
Cuando se hace carne.
Cuando deja de intentar nombrar — y pasa a tocar.
Habla de la écriture féminine como un cuerpo que escribe,
como un gesto que va de la piel al papel,
como un grito que atraviesa el silencio de lo que no fue autorizado a decir.
"Escríbete. Tu cuerpo es tuyo. Toma la palabra y transfórmala en carne".
Lo erótico aquí no es solo placer — es transgresión de la forma.
Es romper con el orden fálico, con la rigidez de la gramática que dicta lo que se puede o no desear.
Es permitir que el deseo encuentre su propia lengua.
Y que esa lengua sea múltiple, fragmentada, palpitante.
Cixous escribe como quien sueña en carne viva.
Como quien deja que el cuerpo se derrame en sílabas.
Como quien desobedece al pensamiento lineal
y baila entre imágenes, sensaciones, temblores.
Si hay una ética de lo erótico en su obra,
es la ética del exceso, de la osadía, del cuerpo que se afirma en su propia potencia de decir.
No para explicarse — sino para existir sin pedir permiso.
Porque escribir, para Cixous, es hacer el amor con la lengua.
Y toda escritura que late es un gesto de liberación.




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